El día 7 salimos de Bilbao dirección sur hacia Burgos donde aprovechamos para ducharnos en una piscina y comer algo. Por la tarde vimos su impresionante catedral. Después de adquirir algunas provisiones continuamos viaje hacia nuestro objetivo.
Seguimos hacia el sur, hacia Covarrubias, hasta alcanzar por la noche el monasterio de San Pedro de Arlanza en Hortigüelas, junto al río Arlanza. Gonzalo Fernández, conde de Castilla ordenó su construcción hacia el año 912. La iglesia se inició en 1080. En la vieja ermita cercana que se eleva sobre un promontorio que permite verlo en su integridad, semiderruida, sin techo, salvo la pequeña parte del ábside, decidimos fijar el campamento, para cenar y dormir. Ni que decir que liquidamos todos los ibéricos, jamón y queso que compramos, acompañado de buen pan y vino de la tierra, a la que también hicimos partícipe del vino, sangre de la tierra. Todo acompañando la más sana y elevada conversación dentro de un ambiente cordial y caballeresco.
Impresionante cielo gracias a la ausencia total de luces artificiales. Pudimos contemplar Júpiter, sobre la constelación de Sagitario. Costaba trabajo distinguir las constelaciones por un “exceso” de luminarias celestes; había que habituar la vista para que los ojos pudieran orientarse: allí estaban Escorpio, con su roja estrella Antares, la gran Cruz Estival formada por las estrellas Deneb (Cisne), Vega (Lira) y Altair (Águila). Claramente visible todo el polo celeste: Polaris, las Osas, la constelación del Dragón... para no olvidar. Para todos una profunda experiencia dormir bajo ese techo natural, el más natural para el ser humano, tan alejado hoy de la Naturaleza.
Este monasterio tiene su historia, que es la historia del nacimiento de Castilla y de España tal cual es hoy. Cuenta la leyenda que estando un día Fernán González, hijo del conde de Castilla Gonzalo Fernández, cazando, topó con un jabalí y, en la persecución, cayó en una de las múltiples cuevas de la zona. Allí vivía un ermitaño llamado Pelayo que le profetizó un maravilloso futuro, a él y al condado. Castilla alcanzaría su independencia con Fernán González. El ampliaría el monasterio de San Pedro y construiría la ermita dedicada a San Pelayo (donde ya había una torre del año 850), en recuerdo al ermitaño. Había nacido don Fernán en 910 y reinaría desde 930 hasta su muerte en 970. Tanto él como su esposa doña Sancha estuvieron enterrados en el monasterio hasta su traslado a la Colegiata de Covarrubias en 1841.
Al día siguiente, 8 de agosto, nos despedimos del lugar, del río Arlanza y de los bosques de Sabina albar (Juniperus thurifera) de la Sierra de las Mamblas, y partimos hacia Covarrubias, fundada por el rey visigodo Chindasvinto en el siglo VII. Estamos en el Camino de Santiago y el llamado Camino del Cid, por el que discurriría tras su destierro. Esta ciudad sería la primera capital del Infantado de Castilla con su primer conde independiente y con su hijo García Fernández. Visitamos su plaza, donde aprovechamos para un opíparo desayuno, ver las murallas y el torreón de doña Urraca, hija del conde don Fernán González, y la Colegiata de San Cosme y San Damián, patronos de la medicina. Apreciamos su belleza, su famoso órgano –del que ya había escuchado alguna grabación-, las tumbas del conde don Fernán González, doña Sancha, su hija doña Urraca, o la de la reina Kristina, que procedente del reino de Noruega, llegó a estas tierras para desposar en Sevilla con el infante Felipe de Castilla, hijo de Alfonso X, en 1258 (desgraciadamente muerta en 1262, a los 28 años).
No nos quedaba ya mucho por hacer sino recogernos, montarnos en los coches y volver a Almería, continuando los turnos de conductores para no agotarnos, y llegar, ya de noche, a casa.
Y no terminamos aquí nuestros periplos, que el día 19 salimos para Egipto, pero esto empezaremos a contarlo otro día. Si mientras quieres ver unas fotos de esta zona pincha:
San Pedro de Arlanza, San Pedro y planes de restauración, Monasterio de San Pedro de Arlanza, Fundación Dinosaurios, Arte Románico y Sabinares de Arlanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario