Extracto hoy la
charla que dio Jesús M. en el Centro C. Idealia de Almería el pasado día 13 de
febrero de 2015, una actividad a cargo de la Organización Internacional Nueva
Acrópolis de España (OINA.ES), que también tiene sede en nuestra ciudad.
Con la Razón podemos
contemplar cada idea, pero es en la vida donde se aplica. Cuando el saber se
integra en la vida se nota en la actitud ante la vida, el arte de vivir.
Filosofía no es sólo amor a la Sabiduría, sino el arte de saber vivir.
Repasemos historia.
El Estoicismo surge en Grecia hacia el siglo III a. C. Hereda el mundo griego
tras Alejandro Magno y su imperio hasta India (siglo IV a. C.) Tras su muerte
sus generales pelean entre ellos por repartirse el imperio.
Zenón de Citio
Desde Sócrates surgen
varias escuelas como la Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles. Se
considera a Zenón de Citio (333 – 264 a. C.) el fundador del Estoicismo (por la
Stoa, lugar de su escuela desde 301). Crisipo de Solos (279 – 206 a. C.) sería
el segundo fundador.
Crisipo de Solos
Tras su rica
diversidad hay en la Naturaleza una unidad que podemos comprender a través de
sus leyes. El Hombre puede vivir armónicamente de acuerdo con las leyes de la
Naturaleza. El “problema” viene del poder de la psiquis, en especial las
pasiones, lo que se padece. Si se deja arrastrar por las pasiones turba el
entendimiento y no nos dejamos llevar por la razón sino por el instinto. La
herramienta para evitarlo es la virtud, que es la fuerza necesaria, se requiere
mucha energía.
La propuesta de los
estoicos es vivir la virtud, la ataraxia. El ejercicio continuo de la virtud
lleva a la felicidad, la plenitud interior, del Ser, integración con la
Naturaleza (eudaimonía).
Epícteto: Hierápolis
de Frigia (Pamukkale), 55 d. C., discípulo de Musinio Rufo. Explica tres ideas
básicas:
De todas las cosas
del mundo, unas dependen de nosotros y otras no.
Dependen nuestros
actos, juicios, opiniones, deseos, inclinaciones y aversiones.
No dependen los
honores, bienes materiales, etc.
Séneca: Córdoba
(Bética), 3 d. C. “Sobre la brevedad de la vida”: la vida es breve, el arte
largo. No es que tengamos poco tiempo sino que perdemos mucho. No seamos
manirrotos con el tiempo.
Marco Aurelio: Roma, 121
– 180 d. C. Tú te posees a ti mismo. Nada sucede a ningún hombre que no pueda
soportar. La vida es una maestra.
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