Quiero escribir sobre
el Festival de Bayreuth del año 2015, que ahora termina, y no perder la
oportunidad de poder hacer algunos comentarios. Por desgracia no he podido
seguirlo al completo, me perdí alguna parte y el Ocaso de los dioses, última
obra retransmitida por Radio Clásica de Radio Nacional de España.
¿El Oro del Rin?
Aún así, quiero
mencionar alguna circunstancia de especial valor y que deben destacarse. No
vivimos los mejores tiempos en cuanto a grandes cantantes wagnerianos, pero
hemos de hacer notar la gran mejora general este año, en especial respecto a El
Anillo de los Nibelungos, al menos todo aquello que pude oír.
¿Sigfrido?
Como destacaba en
varias ocasiones el comentarista, quizá el mérito se deba al director musical
del Ciclo, el ruso Kirill Petrenko, responsable de buena parte del grupo de
cantantes con las que ya viene trabajando desde hace varios años, en Múnich y
ahora en Bayreuth.
¿Tristán e Isolda? ¿La escena del filtro?
Incluso ha mejorado
la calidad del canto en el Tristán e Isolda, aunque la voz femenina no es la
mejor Isolda del mundo, ha mejorado bastante, no ha gritado demasiado, aunque a
mí siempre me ha parecido mejor como la mala malísima de Lohengrin, Ortruda,
teatralmente al menos.
¿Quién es su sastre?
Lo que no puedo
compartir, tengo mis serias dudas, es todo el desarrollo del Tristán. Christian
Thielemann es sin duda uno de los mejores directores de orquesta actuales, de
gran formación técnica. Muy expresivo y que consigue aunar sus recursos para
lograr una orquesta compacta. Magnífico en las expresiones dramáticas de la
obra, pero, y aquí surgen mis dudas, demasiado apolíneo a la hora de trazar los
grandes arcos de expresión místicos de la Obra. Excesivo piano, refinamiento,
mesura, pulcritud, demasiados tal vez. Es como si el misticismo de la ópera
tuviera algo de gélido. Lo místico no es necesariamente estático, al estilo de
las lentísimas direcciones del Parsifal, por ejemplo. ¿A quién se le ocurriría
dirigir el Aleluya de EL Mesías a la velocidad de 30 negras por minuto?
¿Wagner?
El resto, no quiero
comentar. Feo, antirromántico, antiwagneriano. ¿Se trata de eso? Las
fotografías pertenecen a la web del Festival; las he tomado de distintos
lugares.
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