El día 22 de noviembre, y coincidiendo con el día de la Patrona de la Música, Santa Cecilia, tuvo lugar en el Centro Cultural Idealia un Diálogo a cargo del profesor Sebastián Pérez, Director Nacional del Centro Musical Tristán, el diálogo titulado “¿Nos hace la música más inteligentes?”
Enfrentados aparentemente ambos conceptos, pasó a comentar qué puede entenderse por inteligencia y por música. Inteligencia suele definirse como capacidad para aprender, capacidad de resolver problemas aplicando lo aprendido, agudeza mental, capacidad lógica, capacidad de relacionar conocimientos. La inteligencia puede ser verbal, lógico-matemática, espacial-kinestésica, para relacionar ideas entre sí, para el auto conocimiento, para el conocimiento y relación con los demás…
Y qué es la música. La primera impresión, que es un arte de sonidos -y silencios-, armoniosos, con una finalidad de expresión de lo humano. Y quizá de algo más. Nos habló Sebastián de la correlación entre las armonías que pueden oírse y la armonía en la Naturaleza: las relaciones numéricas entre los distintos sonidos que juntos nos resultan armónicos al oído son las mismas que entre el afelio y el perihelio de las órbitas de los planetas.
Lo humano se refleja en la música sonora en diversos aspectos: el cuerpo físico, la vitalidad, en el ritmo; el sentimiento en la melodía; y la mente en la armonía. Cada uno de estos elementos musicales mueve su correspondiente en el ser humano, y la armonía mueve la mente. Y más aún. Los elementos estrictamente humanos se elevan hasta las mayores potencias humanas: la Inteligencia, el Amor y la Voluntad.
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